Cuando tenía 23 años un amigo me ayudó a revelar una foto de gran formato en la cocina de mi casa, con una esponja en lugar de los clásicos baños de químicos, y la idea de que podía revelar fotos con mis manos y de una manera muy fácil, con objetos básicos, me dio la idea de ir a estudiar fotografía.
Mi primer objetivo fue adoptar la fotografía, no sólo como mi pasión, sino también como mi modo de vida. Durante muchos años tuve que compaginar esta pasión con otros trabajos para poder vivir, hasta que hace 30 años comencé a impartir talleres sobre las técnicas que me interesan de la fotografía, la cámara obscura y los fotogramas. Así encontré otro nuevo objetivo, dar a conocer estas antiguas técnicas a nuevas generaciones, que se han perdido en el mundo digital. Ha sido un proceso largo, en el que he cambiado varias veces de dirección, pero muy gratificante.
Más que tener objetivos, me ha gustado recorrer el camino, hacer de mi trabajo el camino de mi vida.
Mis próximos objetivos son concentrarme en la fotografía experimental, lo que significa continuar trabajando con técnicas antiguas combinándolas con conceptos modernos, y desarrollar nuevas maneras de expresarme.
Desde el siglo XIX la tecnología ha avanzado muy rápido, y también la tecnología fotográfica (cámaras, objetivos, llegada del mundo digital…). Los fotógrafos y los artistas que utilizan esta disciplina están ocupados en obtener unas imágenes de gran calidad, y no dedican el tiempo suficiente para entender el proceso, y dejan de lado todas las posibilidades que ofrecen las técnicas antiguas. Hay excepciones, claro, que se preocupan del proceso y buscan otras posibilidades (Como por ejemplo Man Ray y Moholy-Nagy)
Durante mis talleres, la gente está más abierta a comprender y explorar los procesos. Intento hacerles ver otras posibilidades, abrir su visión, que descubran otra forma de hacer las cosas.
Esta época me gusta mucho, ya que en los últimos 40 años he estado corriendo de un lado a otro del mundo para hacer nuevas fotos y talleres, y ahora he tenido la posibilidad de parar y trabajar en mi estudio, solo, y he tenido tiempo de hacerme preguntas y buscar respuestas.
Cada persona que hace un trabajo creativo necesita este tiempo para estar solo en su casa o estudio, y pensar que ha hecho, a dónde quiere ir …
Dentro de la historia de la humanidad siempre ha habido círculos que se repiten cada cierto tiempo, y ahora estamos en un punto difícil, pero las cosas volverán a ser como antes.
En el año 1985 fui a fotografiar la Torre Eiffel con mis cajas, y en esta época hubo algunos ataques terroristas en la ciudad. Empecé a hacer mi trabajo, y al cabo de pocos minutos estaba totalmente rodeado de policías, y todas mis explicaciones (que soy fotógrafo, que las cajas son mis cámaras) no me ayudaron, y me obligaron a abrir una caja para demostrar que estaban vacías.
Pero el papel fotográfico de color se veló.
Los gobiernos tienen que estar más involucrados en las manifestaciones artísticas, entender que el arte es una necesidad para la gente, y no una cuestión irrelevante que se deja para el último lugar. Apoyar a los museos para que éstos puedan comprar arte de artistas actuales, hacer una exposición… es un servicio público, y para eso tienen que apoyar a los artistas y que éstos tengan su compensación, para que puedan seguir trabajando y creando.
¿Qué supone para ti que el comisario Fernando Barrionuevo, te haya seleccionado para participar en la sede oficial de PHotoESPAÑA 2020 MECA?
Me gusta la idea de que Fernando elija fotógrafos que hacen trabajo experimental. Entrar a participar en un festival tan importante es sin duda un gran logro en mi carrera.
Y para finalizar envía un mensaje a la audiencia cultural y a los nuevos artistas que ahora se adentran en este sector.
A la audiencia, que tomen conciencia de que son parte imprescindible del mundo cultural, y que reivindiquen el apoyo de todas las instituciones y de la sociedad hacia el mundo del arte. Es un círculo que hay que mantener en movimiento.
Y a los nuevos artistas, que el camino no es fácil, pero deben apostar por lo que hacen y por lo que aman, la satisfacción de expresarse creando les compensará con creces. Y lo más importante: necesitan encontrar su propio camino, y trasladar con él un mensaje al púbico.